Edulcorantes No Calóricos: La dulce Ciencia y Controversia
Los edulcorantes se dividen en dos categorías principales: los nutritivos (EC), que aportan energía al organismo, y los no nutritivos (ENC), que ofrecen dulzura intensa sin calorías significativas. Los EC incluyen carbohidratos como la glucosa, la fructosa y la sacarosa, así como polioles o alcoholes de azúcar, que proporcionan menos energía que los carbohidratos tradicionales. Por otro lado, los ENC son compuestos sintéticos o naturales que no aportan calorías apreciables y son cientos de veces más dulces que el azúcar.
Los edulcorantes no calóricos (ENC) han sido protagonistas de uno de los debates más intensos en la nutrición moderna. Desde quienes los ven como aliados en la lucha contra la obesidad y las enfermedades metabólicas, hasta quienes los consideran un peligro oculto, el panorama está lleno de información contradictoria. Pero, ¿qué dice realmente la ciencia sobre estos sustitutos del azúcar?
En este artículo, vamos a explorar qué son los ENC, cómo funcionan, cuáles son sus beneficios y riesgos, y, sobre todo, qué conclusiones podemos sacar de la evidencia científica más reciente. Al final, sabrá cómo integrar esta información en su dieta o la de sus clientes con total confianza.
¿Qué son los Edulcorantes No Calóricos?
Los ENC son compuestos químicos o naturales que aportan dulzura intensa sin añadir calorías significativas. Esto los convierte en sustitutos ideales del azúcar, especialmente para personas que buscan controlar su peso o manejar condiciones como la diabetes.
Existen varios tipos de ENC aprobados para su uso en alimentos, incluidos la sucralosa, el aspartame, el acesulfame K, la sacarina y los extractos de stevia. Cada uno tiene propiedades únicas, pero todos comparten la capacidad de activar los receptores de sabor dulce (TAS1R2/TAS1R3) en la lengua, simulando el sabor del azúcar sin su aporte energético.
Cómo Funcionan los Edulcorantes en el Cuerpo
Los ENC no solo activan los receptores de sabor en la boca. Estudios recientes muestran que estos receptores también están presentes en otras partes del cuerpo, como el intestino y el páncreas, donde juegan roles en la regulación metabólica.
–En la lengua: Simulan el sabor dulce sin las calorías del azúcar.
–En el intestino: Activan células enteroendocrinas que liberan hormonas como GLP-1, que regula la secreción de insulina y la absorción de glucosa.
-En el cerebro: Los ENC no activan las áreas de recompensa con la misma intensidad que el azúcar, lo que puede influir en el apetito y el comportamiento alimentario.
Este complejo mecanismo puede tener efectos tanto positivos como negativos, dependiendo de factores individuales y del contexto de su uso.
Impacto en el Peso Corporal
Los ENC son populares en estrategias para perder peso, pero ¿realmente funcionan?
Algunos estudios observacionales han sugerido que los ENC podrían aumentar el apetito al desacoplar el sabor dulce de las calorías. Sin embargo, la mayoría de los ensayos controlados no respaldan esta hipótesis. De hecho, estudios como el de Raben (2002) han mostrado que reemplazar azúcar con ENC puede reducir la ingesta calórica total, lo cual da como resultado una pérdida de peso. Sin embargo, estos efectos positivos parecen depender de cómo los ENC se integran en un plan alimenticio global. No tendría coherencia, por un lado, tratar de sustituir el azúcar para bajar de peso mientras que por el otro lado se sigue teniendo una alimentación totalmente desbalanceada donde predominan las carbo-grasas y el superávit constante de calorías.
Otro estudio como el de Harrold et al., (2023) demostró que después de un periodo de 52 semanas donde 493 participantes se sometieron a un proceso de pérdida de peso, a los cuales se les dio agua y ENC (mitad y mitad) , todos los participantes perdieron la misma cantidad de peso (sin diferencias clínicamente hablando), lo que pone en manifiesto que estos ENC pueden ser una buena alternativa para las personas que buscan perder peso pero suelen ingerir mucha azúcar.
Por otro lado, los ENC pueden alterar las señales anticipatorias de calorías en el cerebro, es decir, estos ENC no activan el sistema de recompensa de la misma manera que lo hace el azúcar, lo que podría provocar una mayor ingesta alimentaria si la persona esta en búsqueda de satisfacción, a pesar de consumir estos productos bajos en calorías. Su efectividad depende de cómo se usen en el contexto de una dieta equilibrada. Si una persona compensa la reducción calórica consumiendo más alimentos, el beneficio se pierde.
Regulación Glucémica
Los ENC tienen una ventaja clara para las personas con diabetes: no elevan los niveles de glucosa en sangre. Estudios clínicos han demostrado que los ENC no afectan significativamente la insulina o la glucosa en ayunas. Algunos compuestos, como la stevia, incluso han mostrado efectos positivos leves en el control glucémico.
Según la Academia de Nutrición y Dietética (2012) refuerza la idea de que los ENC son una opción segura para personas con diabetes cuando se consumen dentro de los límites recomendados.
Microbioma Intestinal: ¿Un Punto Débil?
Uno de los aspectos más debatidos es el impacto de los ENC en el microbioma intestinal. Estudios en modelos animales han mostrado que compuestos como la sucralosa y la sacarina pueden alterar la composición bacteriana, promoviendo un estado proinflamatorio. Sin embargo, los estudios en humanos han producido resultados mixtos.
La guía de la OMS menciona que los efectos observados en el microbioma son preliminares y necesitan más estudios para determinar su relevancia clínica. Mientras tanto, el artículo de Fernstrom (2015) sugiere que los niveles de consumo normales no alcanzan las dosis que podrían alterar significativamente el microbioma.
¿Son Seguros los Edulcorantes No Calóricos?
La seguridad de los ENC está respaldada por instituciones como la FDA y la OMS, que establecen límites de consumo conocidos como Ingesta Diaria Aceptable (IDA). La evidencia acumulada sugiere que, dentro de estos límites, los ENC son seguros para la mayoría de las personas, incluidas mujeres embarazadas y niños.
Sin embargo, algunos estudios han planteado preocupaciones sobre posibles efectos adversos, como alteraciones en el microbioma intestinal, aumento del apetito y asociaciones con obesidad. Aquí es donde debemos ser críticos: muchas de estas afirmaciones provienen de estudios observacionales, que no pueden establecer causalidad.
Ingesta Diaria Aceptable (IDA)
La Ingesta Diaria Aceptable (IDA) es el límite de consumo diario de un compuesto que se considera seguro para una persona durante toda su vida, basado en evidencia científica rigurosa. A continuación, se presentan las IDA de los edulcorantes no calóricos más comunes:
- Acesulfame K: 15 mg/kg de peso corporal por día.
- Aspartame: 50 mg/kg de peso corporal por día.
- Sacarina: 5 mg/kg de peso corporal por día.
- Sucralosa: 5 mg/kg de peso corporal por día.
- Stevia (Glucósidos de esteviol): 4 mg/kg de peso corporal por día.
- Neotame: 2 mg/kg de peso corporal por día.
- Ciclamato: 11 mg/kg de peso corporal por día (autorizado en algunos países, pero no en todos).
Estos valores son extremadamente conservadores y están diseñados para proteger incluso a las poblaciones más vulnerables, como niños y mujeres embarazadas. Además, el consumo real promedio de estos compuestos suele ser significativamente menor que la IDA, incluso entre los consumidores más frecuentes

Regulación y Seguridad de los Edulcorantes
En los Estados Unidos, la seguridad de los edulcorantes es evaluada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) bajo dos procesos principales. Primero, los edulcorantes pueden ser aprobados como aditivos alimentarios después de rigurosos estudios toxicológicos. Segundo, pueden ser reconocidos como seguros (GRAS) si se demuestra científicamente que no representan riesgos para la salud en las condiciones de uso propuestas.
Actualmente, siete NEN están aprobados por la FDA: acesulfame K, aspartame, sucralosa, sacarina, extracto de stevia, neotame y extracto de luo han guo (fruto del monje). Cada uno tiene propiedades químicas y aplicaciones únicas. Por ejemplo, la sucralosa es altamente estable al calor y es ideal para hornear, mientras que el aspartame no es adecuado para altas temperaturas debido a su degradación química.
Los edulcorantes no calóricos, como otros ingredientes “industriales”, han sido objeto de críticas debido a la percepción de que los alimentos procesados contienen compuestos artificiales que son perjudiciales para la salud. Sin embargo, es importante contrastar esta preocupación con la realidad científica y los paralelismos con alimentos naturales.
Muchos de los edulcorantes que se critican como “artificiales” están compuestos por sustancias que también se encuentran en alimentos naturales. Por ejemplo:
–Stevia: Aunque se comercializa como un edulcorante “natural”, sus glucósidos de esteviol pasan por un proceso de extracción y purificación industrial.
-Aspartame: Está hecho de dos aminoácidos, ácido aspártico y fenilalanina, que son componentes básicos de las proteínas presentes en alimentos como la carne, los huevos y los lácteos. Por ejemplo, un vaso de leche contiene más fenilalanina que la cantidad de aspartame en una lata de refresco dietético.
-Sucralosa: Aunque es un derivado químico de la sacarosa, comparte propiedades estructurales con el azúcar común.
La seguridad de los edulcorantes no calóricos ha sido evaluada extensamente. Las dosis necesarias para alcanzar efectos adversos en modelos experimentales superan por mucho lo que un ser humano podría consumir razonablemente en su dieta diaria. Por ejemplo:
-Los efectos adversos observados en estudios animales suelen ocurrir a dosis cientos de veces superiores a la IDA.
-Un adulto de 70 kg tendría que consumir 18 latas de refresco endulzado con aspartame para alcanzar su IDA.

Beneficios de los Edulcorantes No Calóricos
–Control del Peso: Al reemplazar el azúcar, los ENC pueden ayudar a reducir la ingesta calórica total, lo que puede facilitar la pérdida de peso o su mantenimiento. Ensayos clínicos han demostrado que el uso de ENC en bebidas y alimentos no promueve el aumento de peso y, en algunos casos, incluso favorece su reducción.
–Regulación Glucémica: Los ENC no afectan los niveles de glucosa en sangre, lo que los hace seguros para personas con diabetes.
–Salud Bucal: A diferencia del azúcar, los ENC no contribuyen a la formación de caries.
Controversias y Limitaciones
Uno de los puntos más debatidos es su impacto en el microbioma intestinal, la comunidad de bacterias que influye en múltiples aspectos de la salud. Algunos estudios en modelos animales sugieren que los ENC, como la sucralosa, pueden alterar la composición bacteriana, promoviendo un estado proinflamatorio. Sin embargo, estos hallazgos no siempre se traducen directamente a humanos, y los estudios clínicos no han demostrado un impacto clínicamente significativo hasta ahora.
Otra área controvertida es el supuesto vínculo entre el consumo de ENC y el aumento de peso. Aunque algunos estudios observacionales han encontrado asociaciones, los ensayos controlados aleatorios, considerados el estándar de oro en la investigación, no respaldan esta relación.
¿Qué Dice la OMS?
En su guía más reciente, la OMS recomienda no depender de los ENC como estrategia para la pérdida de peso o la prevención de enfermedades no transmisibles (obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cancer). Su postura se basa en evidencia que muestra beneficios limitados y posibles riesgos a largo plazo. Sin embargo, esta recomendación está etiquetada como “condicional”, lo que significa que no se aplica a todas las poblaciones ni contextos.
¿Qué debe hacer usted?
Como siempre, el contexto es clave. Si está buscando reducir su consumo de azúcar, los ENC pueden ser una herramienta útil, pero no son una solución mágica. La clave está en usarlos como parte de un enfoque integral que incluya alimentos naturales, actividad física regular y una dieta equilibrada.
Recomendaciones
Los edulcorantes no calóricos ofrecen beneficios claros, pero no son una solución universal. Pueden ser herramientas útiles para reducir el consumo de azúcar y manejar el peso o la diabetes, pero su éxito depende de cómo se integren en un estilo de vida saludable.
–Para consumidores: Úselos como parte de una dieta balanceada, pero no dependa exclusivamente de ellos.
–Para profesionales de la salud: Eduque a los pacientes sobre los límites de consumo y enfoque el manejo del peso en estrategias integrales, no solo en la sustitución del azúcar.
conclusión
En el mundo de la nutrición, no existe una solución única para todos. Los edulcorantes no calóricos son herramientas modernas que, usadas con sabiduría, pueden ayudarnos a construir una vida más saludable. La ciencia respalda su seguridad y efectividad cuando se usan de manera adecuada, pero también señala la necesidad de más investigación para comprender sus efectos a largo plazo.
Pero recuerde, lo más importante es la constancia y el equilibrio en cada elección alimenticia que hacemos.
¿Qué opinan ustedes sobre los ENC? ¡Dejen sus comentarios y sigamos aprendiendo juntos!
Referencias
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2023). Use of Non-Sugar Sweeteners: WHO Guideline. Recuperado de https://www.who.int/publications/i/item/9789240073616
Academia de Nutrición y Dietética. (2012). Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Use of Nutritive and Nonnutritive Sweeteners. Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, 112(5), 739-758. https://doi.org/10.1016/j.jand.2012.03.009
Fernstrom, J. D. (2015). Non-Nutritive Sweeteners and Obesity. Annual Review of Food Science and Technology, 6(1), 119-139. https://doi.org/10.1146/annurev-food-022814-015515
Harrold, J. A., Hill, S., Radu, C., Thomas, P., Thorp, P., Hardman, C. A., … & Halford, J. C. G. (2024). Non-nutritive sweetened beverages versus water after a 52-week weight management programme: A randomised controlled trial. International Journal of Obesity, 48, 83–93. https://doi.org/10.1038/s41366-023-01393-3
Raben, A., Vasilaras, T. H., Møller, A. C., & Astrup, A. (2002). Sucrose compared with artificial sweeteners: Different effects on ad libitum food intake and body weight after 10 weeks of supplementation. American Journal of Clinical Nutrition, 76(4), 721-729. https://doi.org/10.1093/ajcn/76.4.721
Malik, V. S., & Hu, F. B. (2022). The role of sugar-sweetened beverages in the global epidemics of obesity and chronic diseases. Nature Reviews Endocrinology, 18, 205–218. https://doi.org/10.1038/s41574-021-00549-8
Normand, M., Ritz, C., Mela, D., & Raben, A. (2021). Low-energy sweeteners and body weight: A citation network analysis. BMJ Nutrition, Prevention & Health, 4(1), 319–332. https://doi.org/10.1136/bmjnph-2021-000313
Todo un gran investigador, excelente información
Muchas Gracias Veronica, ojala le sea de gran ayuda saber esto.
Saludos.